Los Waffles Belgas se remontan a la Edad Media en Bélgica donde los artesanos medievales cocinaban una versión temprana de waffles entre dos planchas de hierro, que generalmente tenían diseños elaborados. Estos primeros waffles no eran necesariamente dulces, sino que podían ser preparados con diferentes ingredientes, según la región y la ocasión.
Origen Medieval
En el siglo XII, los “gaufres“, como se conocían en francés, eran populares en toda Europa. Estos waffles se hacían con una masa simple de harina, agua y huevos y se cocinaban en moldes de hierro con grabados, lo que les daba su característica forma. En Bélgica, se desarrollaron diferentes versiones dependiendo de la región, pero fue durante el Renacimiento que comenzaron a volverse más elaborados, con ingredientes como mantequilla y miel, dando origen a una versión más cercana al waffle moderno.
El nacimiento del waffle belga moderno
El waffle belga moderno, con sus celdas grandes y textura esponjosa, se originó a mediados del siglo XIX. La masa utilizada en esta versión es más ligera y a menudo incluye levadura, lo que le da su característica textura aireada y crujiente. Tradicionalmente, se cocinaba en moldes de hierro caliente, lo que le daba su forma distintiva y un sabor dorado.
Popularización internacional
El gran salto de los waffles belgas a la fama internacional ocurrió en la Feria Mundial de Bruselas de 1958, donde fueron presentados como una especialidad nacional. Sin embargo, su verdadera explosión en popularidad internacional se dio en 1964 en la Feria Mundial de Nueva York, cuando un chef belga llamado Maurice Vermersch comenzó a vender lo que entonces llamaban “Brussels waffles” (waffles de Bruselas). A fin de simplificar el nombre para el público estadounidense, se comercializaron simplemente como “Belgian waffles” (waffles belgas).
Los waffles belgas, servidos con crema batida, fresas o azúcar en polvo, encantaron a los asistentes, y rápidamente se convirtieron en un fenómeno mundial, especialmente en América del Norte. Desde entonces, se han mantenido como una delicia popular en todo el mundo, tanto en su versión tradicional como en sus variantes más modernas.
Foto de Nataliya Vaitkevich
Waffles Belgas
¿Qué necesitas?
🧇250 g de harina de fuerza
🧇90 ml leche entera
🧇25 g de levadura fresca de panadería
🧇2 huevos
🧇Un pellizco de sal
🧇½ cdta. esencia de vainilla
🧇125 g de mantequilla a temperatura ambiente
🧇150 g de azúcar perlado
¡Vamos allá!
- Disuelve la levadura en la leche templada. Una vez disuelta añade la vainilla.
- En un bol tamiza la harina y la sal. Añade la leche con la levadura y los huevos. Con la ayuda de una varilla mezcla hasta obtener una masa homogénea.
- Deja la masa reposar 35 min. en un lugar templado.
- Pasado el tiempo de reposo añade la mantequilla y amasa hasta que esté todo integrado. Agrega el azúcar perlado y vuelve a amasar para que el azúcar se distribuya.
- Unta tu gofrera con mantequilla y caliéntala. Añade una porción de masa en el centro. No eches demasiada masa ya que cuando cierres la gofrera esta se extenderá.
- Hornea el waffle durante el tiempo que tenga marcado tu gofrera y repite hasta agotar la masa.
- Hora de topping! Azúcar glas, chocolate caliente, nata, helado…
#we🧡træ… Viaja a tu infancia de la mano de estos deliciosos Waffles Belgas.